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Ilustración de la foto Cartuchos de uranio empobrecido siendo cargados en un A-10 "Warthog"
Uranio Empobrecido para Tontos por Irving Wesley Hall
Al comienzo de la invasión norteamericana de Irak por George W. Bush en 2003, cientos de miles de veteranos de la Operación Tormenta del Desierto en 1991 aquejados por el Mal de la Guerra del Golfo oraban por que los inspectores de armamento de las Naciones Unidas estuvieran en lo correcto y que el presidente Bush y el vicepresidente Cheney estuvieran mintiendo sobre la posesión de armas de destrucción masiva (WMD por sus iniciales en inglés) por parte de Saddam Hussein. Después de todo, la mayoría de los veteranos enfermos fueron bajas de esas armas aun cuando el Pentágono sostiene que Irak nunca las utilizó.
¿Cómo puede ser posible?
Primero, sobre el asunto de las armas de destrucción masiva, el gobierno de los Estados Unidos no es una fuente confiable, como ustedes sabrán si han prestado atención por los pasados seis años de la Administración Bush. Este es también el caso con las causas del Mal de la Guerra del Golfo.
El Apretón de Manos
Donald Rumsfeld y Saddam Hussein, 20 Diciembre 1983
Segundo, Irak poseía armas de destrucción masiva en 1991. Muchas le fueron provistas ilegalmente por la administración Reagan-Bush, en la que sirvieron tanto Dick Cheney como Donald Rumsfeld. El Doctor Doug Rokke era un físico de la salud para el Ejército de los EEUU. Fue parte del equipo profesional en el campo que entrenó a las tropas para protegerse de las WMDs.
En una reciente entrevista me informó que Irak hizo un uso limitado de WMDs mediante atomizadores, unos pocos misiles y minas terrestres. Pero la mayor parte de las sustancias químicas, biológicas y nucleares iraquíes fueron esparcidas sobre las tropas de los Estados Unidos por su propio gobierno.
Bajo la dirección del Secretario de Defensa Cheney, la Guerra del Golfo de 1991 comenzó con una campaña de bombardeo de “choque y pavor” que destruyó grandes laboratorios biológicos, plantas químicas e instalaciones de enriquecimiento de combustible nuclear, la mayoría de ellas en los alrededores de Bagdad. Como proveedor, el gobierno de los Estados Unidos conocía las localizaciones.
Las armas biológicas, químicas y nucleares dañan los cuerpos de los soldados de modos distintos. Las primeras emplean bacterias y virus mortíferos para causar enfermedades conocidas. Las segundas utilizan sustancias venenosas o tóxicas para atacar la química corporal. Las armas nucleares, tales como el uranio empobrecido (DU, por sus iniciales en inglés) eran inimaginables antes de la Segunda Guerra Mundial. Éstas atacan al cuerpo con energía radioactiva invisible que, como ustedes leerán más adelante, produce una más amplia variedad de síntomas que se desarrollan a lo largo de un período de tiempo mayor. Las partículas de metales pesados radioactivos incrustadas en el cuerpo son tanto radioactivas como tóxicas.
Las armas biológicas, químicas y nucleares pueden potencialmente volverse contra quien las usa. Una vez que son liberadas, pueden matar y mutilar civiles lo mismo que soldados enemigos. De aquí que hayan sido prohibidas por tratados internacionales de los que los Estados Unidos son signatarios.
También se vuelven contra el ejército que las usa. El peligro práctico para las propias tropas norteamericanas evitó el uso extendido de las armas de destrucción masiva hasta que se usaron bombas las atómicas en la Segunda Guerra Mundial y el herbicida químico de dioxina conocido como Agente Naranja en la guerra de Vietnam. Cientos de miles de tropas norteamericanas sufrieron y murieron debido a las pruebas y el uso de estas armas.
Cuando George Bush padre, Cheney y Rumsfeld le proveyeron a su brutal aliado Saddam Hussein con estas sustancias – en la década de 1980 – mostraron su desprecio por las vidas de los pueblos que viven en el Medio Oriente. Cuando ordenaron en 1991 la destrucción aérea de los arsenales de estas armas, mostraron un mortífero desdén por sus propios ciudadanos-soldados.
Esos ataques de bombardeo tempranos enviaron nubes de partículas minúsculas, tóxicas y radioactivas al aire que flotaba sobre el futuro campo de batalla y los campamentos donde cientos de miles de tropas norteamericanas pasaban la noche al raso esperando la invasión.
Dr. Doug Rokke
De acuerdo con el Dr. Doug Rokke, “El General Powell, el General Schwarzkopf, el General Horner, y el Secretario Cheney . . . tomaron una decisión a conciencia . . . para volar los arsenales químico-biológicos de Irak in situ.
Photo: Charles Jenks
También decidieron volar in situ sus reactores nucleares. Todo esto está confirmado en la autobiografía de Schwarzkopf . . . Nosotros le advertimos a todo mundo que estas exposiciones – exposiciones viento abajo – tendrían un efecto desastroso sobre el personal militar de los EEUU, sobre el personal de la coalición, sobre el personal irakí, y sobre los civiles y no combatientes en la región. Dicha advertencia fue ignorada.”
De acuerdo con el Dr. Doug Rokke, “El General Powell, el General Schwarzkopf, el General Horner, y el Secretario Cheney . . . tomaron una decisión a conciencia . . . para volar los arsenales químico-biológicos de Irak in situ. También decidieron volar in situ sus reactores nucleares. Todo esto está confirmado en la autobiografía de Schwarzkopf . . . Nosotros le advertimos a todo mundo que estas exposiciones – exposiciones viento abajo – tendrían un efecto desastroso sobre el personal militar de los EEUU, sobre el personal de la coalición, sobre el personal irakí, y sobre los civiles y no combatientes en la región. Dicha advertencia fue ignorada.”
La guerra terrestre de Bush padre en febrero de 1991 fue aun más corta que la operación “Misión Cumplida” de Bush hijo en el 2003. La primera duró tan sólo 100 horas. Después fueron destruidos 105 sitios donde se almacenaban peligrosas armas biológicas y químicas, contaminando todo en torno suyo. En marzo, un enorme depósito de armas químicas en Khamisiyah fue volado por ingenieros norteamericanos, enviando una segunda enorme nube tóxica sobre las tropas que se preparaban para volver a casa.
El Sargento Dan Topolski, del 87avo Batallón de Ingenieros, participó en la demolición de Khamisiyah. Él especula que la apresurada acción, sin previa inspección, inventario, o precauciones de seguridad adecuadas, fue una decisión política. Topolski sugiere que esta estúpida orden fue motivada por el deseo desesperado del Sr. Bush padre de ocultarle a los inspectores de las Naciones Unidas y al pueblo de los Estados Unidos el origen norteamericano de ese armamento.
Años más tarde, los veteranos enfermos forzarían al gobierno a admitir que los satélites de la CIA habían rastreado el movimiento de la masa de contaminantes de Khamisiyah en tiempo real. El tamaño de la nube y su trayectoria explican la incidencia, de otro modo inexplicable, del mal de la Guerra del Golfo entre el personal de la Marina y los pilotos a bordo de naves de batalla viento abajo en el Golfo Pérsico.
Durante el previo bombardeo aéreo y la posterior guerra de tanques, el Presidente Bush y el Secretario de Defensa Cheney autorizaron el uso de cantidades masivas de armamento de uranio empobrecido por primera vez en la historia bélica. Este material es producido tan sólo por los Estados Unidos y había sido usado experimentalmente en Vietnam y en la Guerra Árabe-Israelí de 1973. Reportes internos del Departamento de Defensa habían advertido sobre su uso desde 1943, y predijeron acertadamente sus efectos de gas venenoso sobre nuestras tropas.
La Batalla más Tóxica en la Historia Militar de Occidente
En su artículo, “La Guerra del Golfo fue la Batalla más tóxica en la Historia Militar Occidental” el Dr. Malcolm Hooper, profesor emérito de química medicinal en la Universidad de Sunderland, Reino Unido, atribuye los síntomas del misterioso “Mal de la Guerra del Golfo” entre las tropas norteamericanas y de la coalición a una combinación de las sustancias tóxicas a las que fueron sometidos.
Éstas incluyeron, además de las armas de destrucción masiva, vacunas experimentales, tabletas anti-gas neurotóxico, pesticidas en aerosol, y el humo de cientos de pozos petroleros en llamas. Algunas de las vacunas no fueron aprobadas por la Administración Federal de Drogas de los EEUU (FDA) y nunca habían sido utilizadas en seres humanos. Nadie había estudiado los efectos interactivos de hasta 17 vacunas administradas al mismo tiempo. Muchos soldados cayeron violentamente enfermos inmediatamente después de recibir la batería de inyecciones, y otros desarrollaron más tarde una variedad de síntomas. Extrañamente, los militares, normalmente burocratizados, no guardaron registros de quién recibió qué vacunas y cuándo.
Sin embargo, la mayoría de los investigadores cita el envenenamiento proveniente de cartuchos de uranio empobrecido como el elemento más mortífero en el “cocktail” del Mal de la Guerra del Golfo. En la guerra del 1991 el Pentágono disparó por lo menos 320 toneladas de proyectiles de DU sobre blancos en Irak y Kuwait. Más de 300 mil veteranos que sirvieron en el área contaminada están muertos o bajo discapacidad médica.
¿Cuánto uranio empobrecido ha sido rociado sobre las tropas de la coalición y los pueblos de Afganistán e Irak? Las esbozadas cifras esquemáticas que el Pentágono ha soltado no son confiables — las cifras oficiales de Irak poco después de la invasión en 2003 suman alrededor de 300 toneladas, y el Pentágono afirma que no ha utilizado municiones de DU desde entonces a pesar de la mucha evidencia en contra. Las estimaciones de los expertos varían ampliamente, pero están en el rango de hasta 1000 toneladas para Afganistán y hasta más de 3000 toneladas para Irak.
Significativamente, la mayoría de los turnos de deber en la Guerra del Golfo fueron cortos. En contraste, tres cuartas partes de las tropas en Irak y Afganistán hoy en día han servido turnos múltiples: el 26% están en su primer turno de deber, 45% están en su segundo turno, y 29% están en Irak por una tercera vez o más. A algunos se les está ordenando ahora un cuarto turno de deber.
Las matemáticas simples sugieren que el uranio empobrecido podría eventualmente resultar cien veces más mortífero para las fuerzas norteamericanas que la combinación de todos los dispositivos explosivos improvisados (DEIs) y granadas propulsadas por cohetes (GPCs) de los combatientes de la resistencia irakí.
Leonard Dietz, ahora fallecido, era un físico del Laboratorio de Energía Atómica Knolls en el norte del estado de Nueva York. Dietz, quien fue pionero de la tecnología para medir isótopos de uranio, fue citado diciendo, “Cualquiera, civil o soldado, que respire estas partículas tiene una dosis permanente, y esta no va a decrecer mucho con el tiempo … A la larga … los veteranos expuestos al óxido cerámico de uranio tienen un problema mayúsculo.”
Un Cocktail Doblemente Poderoso
Un cartucho de DU estalla en llamas tan pronto deja el dispositivo de lanzamiento. Cuando hace blanco, hasta el 70 % arde al impacto a alta temperatura, liberando en el aire miles de millones de partículas radioactivas. Este polvo infinitesimalmente fino de óxido de uranio consiste de micropartículas que son más pequeñas que virus o bacterias.
Todos nuestros cuerpos contienen cantidades ínfimas de uranio natural porque se le encuentra en el agua y las fuentes de alimentos. Pero el uranio natural es excretado rápida e inofensivamente por cuerpo. Sin embargo la velocidad y el calor del impacto de las municiones de DU convierten al venenoso óxido de uranio de un metal pesado en un metal pesado cerámico, lo que lo vuelve insoluble y por tanto difícil de excretar.
¿De dónde proviene el uranio empobrecido? No ocurre en la naturaleza. El uranio natural debe ser “procesado” para remover menos de la mitad del uno por ciento de un tipo especial de uranio llamado U-235. Los fabricantes de bombas usan el U-235 para hacer bombas termonucleares que pueden explotar con una fuerza equivalente a 100 millones de toneladas de TNT.
El U-235 también se utiliza para hacer varillas de combustible para los reactores nucleares. Las varillas de combustible usadas son extremadamente radioactivas por muchísimos años y matarían a cualquier persona cercana en diez segundos. Nadie en la tierra sabe qué hacer con las varillas de combustible usadas. Toneladas de mortíferas varillas radioactivas usadas de combustible nuclear han estado en almacenamiento “temporal” por más de 50 años…
Barras de Combustible Nuclear
El DU sólo está “empobrecido” en el sentido de que las formas más altamente radioactivas han sido parcialmente removidas. Lo que queda, uranio empobrecido, principalmente uranio 238, todavía es altamente radioactivo y peligroso. Se le utiliza para hacer balas y cartuchos de uso militar, minas terrestres, blindajes, misiles y bombas.
Como saben incluso muchos niños de primaria, la radioactividad es peligrosa porque causa cáncer. Esta es la razón por la que los dentistas deberían cubrir tu cuerpo con un mandil de plomo antes de hacerte una radiografía.
Conforme a un reporte de junio del 2002 de la Barra Nacional de Protección Radiológica de los EEUU:
“Todo uranio, ya sea natural, empobrecido o enriquecido, es un elemento radiológico tóxico. Cada uno difiere de los otros en su estructura atómica por menos de un uno por ciento. El DU emite tres tipos de radiación ionizante: partículas alfa y beta, y fotones. Las partículas alfa son bloqueadas por objetos tan ligeros como una hoja de papel, y los humanos expuestos a ellas estan protegidos naturalmente por su piel. Las partículas beta (electrones de alta velocidad) pueden penetrar la piel humana a una profundidad de un centímetro en tanto que los fotones (rayos-x y gama) son más penetrantes y pueden pasar completamente a través de un cuerpo humano.”
Aunque son bloqueadas por la piel, las partículas emisoras de radiación alfa pueden ser inhaladas, ingeridas y absorbidas en el torrente sanguíneo a través de raspaduras y heridas. Una vez dentro del cuerpo son altamente peligrosas. Además de ser físicamente radioactivas también son químicamente tóxicas. Esto explica el doble poder del efecto. Los soldados que son expuestos pueden enfermarse inmediatamente por la toxicidad, recuperarse, y sufrir de síntomas adicionales derivados de la radioactividad años o décadas más tarde.
Un estudio en la revista norteamericana New Scientist de abril del 2003 sugiere que la toxicidad del DU se combina sinérgicamente con su radioactividad para producir efectos más serios.
El Dr. Keith Baverstock, uno de los principales consejeros sobre radiación para la Organización Mundial de la Salud, ha sido citado diciendo, “La radiación y la toxicidad química del DU podrían también actuar juntos para crear un “efecto de cocktail” que incremente aun más el riesgo de cáncer.”
De aquí que a los veteranos de la Guerra del Golfo se les sirviera un cocktail dentro de otro.
Más perturbador aún es otro estudio de los materiales dentro de las armas de DU usado en Irak y Afganistán . Ese reporte encontró que además de U-238, las municiones de hoy contienen plutonio, neptunio, y el isótopo altamente radioactivo de uranio U-236. Un isótopo es una de varias estructuras atómicas ligeramente diferentes del mismo elemento, en este caso uranio. De acuerdo con un estudio de 1991 de la Autoridad en Energía Atómica del Reino Unido, estos elementos son 100,000 veces más peligrosos que el U-238 en el así llamado uranio empobrecido. Su inclusión en municiones de DU es aparentemente el resultado del descuido de las instalaciones de enriquecimiento de combustible nuclear con sus desechos.
La geóloga norteamericana Leuren Moret es una científica independiente y una experta internacionalmente reconocida en radiación, DU, y salud pública. Ella estima que “un millonésimo de gramo [de uranio empobrecido] acumulado en el cuerpo de una persona sería fatal. No hay método conocido de tratamiento.”
Visitantes Silenciosos e Invisibles Que Nunca Se Van
¿Por qué la amplia variedad de enfermedades?
La contaminación con uranio empobrecido causa virtualmente todas las enfermedades conocidas, desde salpullido agudo de la piel, cefalea severa, dolor muscular y de articulaciones, y fatiga general, hasta grandes defectos prenatales, infecciones, depresión, enfermedades cardiovasculares, tumores cerebrales y todos los otros tipos de cáncer. El uranio reemplaza al calcio, destruyendo dientes y huesos.
El DU está causándole discapacidad permanente y la muerte a cientos de miles de veteranos Norteamericanos que sirvieron en el Medio Oriente.
Leuren Moret La experta internacional
en radiación, reporta que
“… En un metro cúbico de aire hay mil millones de partículas de una décima de micrón de diámetro. Un hombre ordinario respira 28 metros cúbicos de aire al día y por esa razón nuestros soldados contaminados internamente con uranio empobrecido tienen miles de millones de partículas de uranio empobrecido distribuidas por
todo el cuerpo.”
Invitamos a nuestros lectores a ver Más allá de la Traición, acerca del uranio empobrecido y el Mal de la Guerra del Golfo (disponible en www.notinkansas.us). De acuerdo con los expertos entrevistados en el DVD, algunos soldados vuelven a casa contaminados con miles de millones de partículas de cerámica radioactiva.
Sigamos el viaje de estos invasores microscópicos después de que son inhalados. Primero se adhieren a la tráquea y el tejido pulmonar. Las motitas de metal pesado son prácticamente insolubles; así que no se disuelven fácilmente en el torrente sanguíneo. Se aferran al sistema respiratorio por años, incluso décadas, e irradian los tejidos que les rodean, dañando a los órganos vecinos. Después, pasan gradualmente a través de la membrana pulmonar al torrente sanguíneo y el sistema linfático, causando enfermedades y daño a todo el cuerpo. La radiación hace mutar a las células, causando cáncer, leucemia, linfoma, desórdenes congénitos, y defectos prenatales.
Cuando estas micróscópicas partículas radioactivas son ingeridas a través de la boca o penetran al cuerpo a través de fragmentos enterrados de DU o de heridas abiertas, entran al torrente sanguíneo y circulan libremente por el cuerpo, emitiendo radiación conforme viajan. Algunas se concentran en los ganglios linfáticos causando cáncer linfático. El DU también daña al sistema inmune acelerando la muerte de los glóbulos blancos de la sangre, e impidiendo su capacidad para atacar bacterias.
El gráfico muestra cómo puede incorporarse
el uranio empobrecido pudo incorporar al cuerpo humano
Otras partículas cerámicas causan irradiación celular de “bajo nivel” en la médula ósea y las células madre que el cuerpo crea ahí. Las células madre son las progenitoras de todas las otras células que el cuerpo fabrica con el objeto de renovarse.
El Dr. Asaf Durakovic estuvo anteriormente a cargo del Servicio de Medicina Nuclear en el Centro Médico del Departamento de Asuntos de Veteranos de los Estados Unidos. El Doctor Durakovic es ahora el Director del Instituto de Investigación Médica sobre Uranio.
“Las células madre son muy vulnerables,” nos dice. “Su ADN decaerá al ser bombardeado con partículas alfa, afectando potencialmente a cada órgano del cuerpo.”
El proceso es similar a construir una casa con materiales defectuosos, o cocinar alimentos con ingredientes echados a perder. Si las células madre dañadas se convierten en nuevas células hépaticas, el hígado funcionará mal. De aquí que las células madre defectuosas provocan que muchos veteranos sufran de falla renal, daño cerebral, y mal funcionamiento de articulaciones y músculos.
El DU puede transformar el semen en un alcalí cáustico, lo que explica las experiencias de Terry y Susan Reardon mientras hacían el amor, descritas en El Pequeño Secreto Sucio de Dick y Hillary en www.notinkansas.us. Esto explica los severos problemas urinarios entre los veteranos recién llegados de Irak. El doctor Malcolm Hooper, en la Universidad de Sunderland, está familiarizado con 4000 casos semejantes entre los veteranos británicos de la Guerra del Golfo.
La experta en radiación Leuren Moret llama al DU, “El Caballo de Troya de la guerra nuclear… no hay manera de limpiarlo, y no hay modo de apagarlo porque sigue decayendo hacia otros isótopos radioactivos.”
Ya desde 1979, Leonard Dietz, el físico mencionado previamente, descubrió que las partículas aerosolizadas de uranio umpobrecido de menos de una milésima de milímetro de diámetro pueden viajar grandes distancias. Unos meses atrás Leuren Moret le dijo al Dr. Elias Akleh, un escritor árabe-americano, que “el polvo de DU está ahora por todas partes. Un mínimo de entre 500 y 600 toneladas ensucia ahora Afganistán, y varias veces esa cantidad están esparcidas ahora por todo Irak”. Un nivel serio de partículas de uranio empobrecido llegó al Reino Unido nueve días después del bombardeo de “Choque y Pavor” de los Estados Unidos en Irak. Es probable que yo las esté inhalando mientras picoteo el teclado, y que también ustedes lo estén haciendo mientras leen mis palabras.
Comparen el último tonelaje de 320 toneladas usado en la Guerra del Golfo. El Dr. Doug Rokke, físico de la salud para el Ejército de los EEUU, quien supervisó la limpieza parcial de fragmentos de bombas de uranio empobrecido en Kuwait en 1991, le recordó al escritor Vincent L. Guarisco de la Alianza de Veteranos Atómicos que, en la nueva guerra de Bush y Cheney, el masivo arsenal radioactivo ha sido usado principalmente en centros urbanos irakís y vecindarios civiles, más que en campos de batalla desiertos.
Conforme pase el tiempo, la salud de todas las tropas extranjeras resultará afectada. Los efectos en la salud de los nativos de Irak y Afganistán serán catastróficos. Basados en el incremento en las tasas de cáncer resultado de los accidentes nucleares de Chernobyl, Ukrania, y Three Mile Island, EEUU, podemos afirmar que muchos iraníes, saudiárabes, sirios, libaneses, palestinos e israelíes morirán prematuramente gracias al ataque nuclear no provocado del gobierno de los Estados Unidos contra Irak.
Debido a su desarrollo celular más rápido, los niños son los más vulnerables al envenenamiento por uranio empobrecido.
Regaderas y Rancho Radioactivos
En el árido clíma de Irak, las tormentas de arena llevan las partículas de uranio empobrecido lejos del epicentro de la explosión, impactando el ambiente en torno sin limitaciones geográficas. Entran al suelo, contaminando los mantos freáticos, los ríos Tigris y Éufrates, e infectando la cadena alimentaria. Los fértiles pastizales contaminados con uranio empobrecido al oeste de Basora en el sur de Irak producen vegetales y granos para el ganado que es consumido por las tropas norteamericanas lo mismo que por los irakís.
La División Arcoiris de la Guardia Nacional del Estado de Nueva York recién ha vuelto de seis meses estacionada en el campo Forward Danger sobre el río Tigris cerca de Tikrit, al norte de Bagdad. El rebelde pueblo natal de Saddam Hussein fue el sitio de combates mayores en los que se usó munición de uranio empobrecido durante la invasión inicial y por los meses siguientes.
Un comunicado del Comando Central de los Estados Unidos (CENTCOM) de junio del 2005 reportó que los soldados de la 62ª compañía Quartermaster de Fort Hood, Texas estuvieron supliendo con agua del río Tigris al campo Forward Danger. Los ingenieros la pasaban a través de una unidad de purificación de agua por ósmosis inversa que disolvía los sólidos. El agua es purificada de nuevo y clorada. Sin embargo no hay evidencia de que sea probada en busca de radioactividad.
He intentado verificar el grado de envenenamiento radioactivo al que fueron sometidos los miembros de la Guardia Nacional de Nueva York. Tuve contacto con oficiales en la base antes de que esta serie se publicara en www.notinkansas.us. Sin embargo, los oficiales de relaciones públicas del Pentágono, el capitán Bill Roberts y el teniente 1º Tawny M. Dotson, han ignorado mi petición de acceso de correo electrónico al campo Forward Danger. He apelado al mayor Richard J. McNorton, oficial especial del CENTCOM a cargo de ayudar a los bloggers a obtener información precisa, pero tampoco ha respondido. De cualquier modo, incluso si el agua fuese monitoreada, no existe modo, fuera de un sofisticado laboratorio nuclear, de remover el carcinógeno uranio empobrecido del agua, el aire o la comida — como pueden ustedes entender a partir de la discusión anterior.
De acuerdo a una reciente entrevista con el Dr. Doug Rokke, anteriormente el máximo experto militar en este campo en los Estados Unidos, el único modo de monitorear partículas de uranio empobrecido del tamaño de bacterias sería enviar muestras a un laboratorio especializado.
El uranio empobrecido es cosa fea. Piensen en esto cuando lean reportes de noticias de la reciente campaña de bombardeo aéreo masivo que los Estados Unidos llevaron a cabo en los alrededores de Samarra, al norte de Bagdad. Podrían haber pensado que los “insurgentes” serían las únicas bajas antes de leer “Uranio Empobrecido para Tontos”. Pero a ustedes ya no les harán tontos.
Mis vecinos, los hombres y mujeres de la Guardia Nacional del Estado de New York acaban de pasar seis meses tomando regaderazos radioactivos, y lavándose las heridas pequeñas con un caldo de uranio empobrecido. Han comido más de 500 raciones con comida, platos y cubiertos lavados con agua “caliente” en dos sentidos de la palabra. Gracias a la decisión de George Bush padre. y Dick Cheney de usar municiones de uranio empobrecido en 1991, el río Tigris, el edénico Río de la Vida de la Biblia, se ha convertido en un moderno río de la muerte. Y mis hermanos y hermanas están bebiendo el agua prohibida sin saberlo — a pesar de los videotapes informativos producidos para ellos por el Mayor Doug Rokke y su equipo. Los vídeos, panfletos y boletines de pizarrón son oficialmente obligatorios, pero ¿cuántos de nuestros hombres y mujeres sirviendo en áreas radioactivas los han visto?
La tropas norteamericanas inhalan uranio empobrecido con cada aliento. Las partículas radioactivas del tamaño de un virus no pueden ser filtradas fuera de un laboratorio. Incluso las 800,000 máscaras anti-gas provistas para las tropas de la Guerra del Golfo fueron inútiles porque los filtros de carbón se volvieron inertes en cuestion de días. La única protección son trajes MOPP herméticos conectados a tanques de oxígeno.
Ningún lugar en Irak está libre de la contaminación radioactiva, incluyendo a la hoy supuestamente “segura” Zona Verde en Bagdad donde viven y trabajan los máximos oficiales militares norteamericanos, las autoridades civiles de la ocupación, periodistas internacionales, y los líderes del gobierno irakí.
El antiguo palacio de Saddam Hussein esta ahora en el centro de la Zona Verde. Fue bombardeado con municiones de uranio empobrecido antes y durante la invasión. También Bagdad ha sufrido la misma suerte desde entonces. Así que los residentes de la Zona Verde inhalan e ingieren uranio empobrecido cada día. Quizá fue por esto que, durante la visita del Presidente Bush el Día de Acción de Gracias, le fue servido un pavo de plástico.
UPI reportó el pasado diciembre que Wilder Gutiérrez Rubio, de 38 años, había muerto pocas horas después de regresar a casa en Lima, Perú. Los doctores del hospital Ibn Sina en Bagdad le habían diagnosticado leucemia severa, que atribuyeron a la exposición al uranio empobrecido, aunque sólo había servido en Bagdad por un breve período. Gutiérrez era parte de un contingente de latinoamericanos reclutados por una compañía privada norteamericana para brindar seguridad para la Zona Verde de Bagdad.
Trágicamente, los celebrados camaradas de la División Arcoiris de la Guardia Nacional del Estado de Nueva York han vuelto a casa desde el Campo Forward Danger (Peligro Avanzado), pero no están libres de peligro en casa.
Después de que Dick Cheney roció al Ejército de los Estados Unidos entero, a las Reservas del Ejército, y a la Guardia Nacional con una cantidad astronómica de minúsculos perdigones de liberación prolongada de cerámica radioactiva, ¿por qué habría de sentirse culpable por haber rociado algunas docenas de postas ordinarias dentro de un abogado tejano hace algunos meses?
¿Envenenar a tu ejército completo es una
Ofensa digna de Impeachment?
¿Pueden ustedes entender porqué una mayoría de los norteamericanos encuestados a principios del 2006 coinciden en que Bush y Cheney deben ser destituidos si se demuestra que le mintieron al Congreso y al pueblo norteamericano con el objeto de lanzar esta guerra? De acuerdo con una encuesta posterior, una pluralidad de norteamericanos dice que es hora del impeachment, y punto.
Las tropas quieren volver a casa.
La encuesta Zogby de febrero pasado entre las tropas norteamericanas desplegadas en Irak reportó que el 29% de los encuestados, sirviendo en varias ramas de las fuerzas armadas, dijeron que los EEUU deben salir de Irak “inmediatamente.” Y 89% de las reservas y 82% de aquellos en la Guardia Nacional dijeron que los EEUU deben salir de Irak en el transcurso de un año.
Y la mayoría de estos tipos todavía tienen que leer acerca del uranio empobrecido alojado a lo largo y ancho de sus cuerpos.
Ahora que muchos votantes norteamericanos entienden el uranio empobrecido, se oponen a la posición de muchos Demócratas clones de Bush que quieren retirar algunas tropas pero incrementar el tonelaje de bombas de uranio empobrecido arrojadas sobre áreas civiles. Sólo la ignorancia les impide darse cuenta de que esta política matará más tropas norteamericanas que los guerreros de la resistencia Irakí.
Imaginen el devastador efecto sobre los residentes del Medio Oriente y las tropas de la coalición, si Cheney lanza un ataque nuclear contra las instalaciones nucleares iraníes. Una acción así es una garantía de muerte para millones de inocentes, hombres, mujeres y niños en una docena de países, y para la mayoría de los seres queridos de muchos norteamericanos sirviendo en Irak y Afganistán.
Ustedes no necesitan ser ciudadanos norteamericanos para contribuir a eliminar las armas de uranio empobrecido. Les invitamos a que visiten el sitio web No estamos más en Kansas y lean la transcripción de la entrevista de INN en la que Irwing Wesley Hall presenta las razones legales por las que el uranio empobrecido es un crimen de guerra.
Urjan a sus gobiernos a condenar a la Administración Bush y sus municiones de uranio empobrecido ante la Organización de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos. Pidan a sus representantes que contribuyan a establecer un Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra para llevar a juicio a George W. Bush, Dick Cheney, Donald Rumsfeld y Condolezza Rice por crímenes contra la humanidad.
[Fin]
Esta es la tercera parte de una serie sobre el uranio empobrecido dedicada a la Guardia Nacional del Estado de Nueva York por aparecer en el sitio web No estamos más en Kansas, (www.notinkansas.us), donde encontrarán los primeros dos artículos, las fuentes y una bibliografía.